Sucede a veces
"Señor Roble: ¿Con que tierra puedo alimentar sus raices?"A Rigoberto Avila
Sucede a veces,
que uno se enamora de los árboles,
por la sombra que producen,
la fuerza de sus ramas
o la dulzura de sus frutos.
Sucede también, a veces,
que el árbol que uno ama
se convierte en hombre,
y uno ama sus ideas,
sus labios,
su corazón,
sus brazos,
o el sexo
(porque los árboles tienen sexo).
Y sucede después, a veces,
que el árbol que uno ama
esta tan cerca que asombra,
asusta.
Deja de ser un árbol
y parece un sol
que deslumbra los ojos enamorados.
Y sucede entonces, a veces,
que uno no sabe
si cerrar los ojos y esconderse,
o contemplar al árbol-hombre-sol
hasta quedarse ciego.
que uno se enamora de los árboles,
por la sombra que producen,
la fuerza de sus ramas
o la dulzura de sus frutos.
Sucede también, a veces,
que el árbol que uno ama
se convierte en hombre,
y uno ama sus ideas,
sus labios,
su corazón,
sus brazos,
o el sexo
(porque los árboles tienen sexo).
Y sucede después, a veces,
que el árbol que uno ama
esta tan cerca que asombra,
asusta.
Deja de ser un árbol
y parece un sol
que deslumbra los ojos enamorados.
Y sucede entonces, a veces,
que uno no sabe
si cerrar los ojos y esconderse,
o contemplar al árbol-hombre-sol
hasta quedarse ciego.
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Nuu dxi rizaaca
``Yáaga Ro':
¿Xhi yú guyaananiá' xcú'lu'?
A Rigoberto Ávila
Nuu dxi rizaaca
ranaxhi tobi ca yáaga ca’:
bandá’ ni rudiicani,
stipa náacani
dixiña xcuananaxhicani.
Nuu dxi laaca rizaaca,
yáaga ni nadxii tobi
rácani ti nguiu’
ne tobi ranaxhii xquendabiaanibe,
guidirua’be,
ladxido’be,
náabe
xquié‘be
(ti ca yáaga ca’ nápaca’ xquiéca’).
Ne ridi’di dixi, rizaaca,
yáaga ni nadxí tobi
suguaa dunabepe gaxha,
ruchibi.
Suuyu ma cadi yáaga laa
ne ma ruluí’ ti gubidxa,
ruzaani lú ni ranaxhii.
Ne zacá rizaaca,
tobi ma qui ganna
pa gutaagu lú ne igáachi’
pa gu’ya’dxisi Yáaga-Nguiu’-Gubidxa ca’
de ra guiniti biani lú.
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IRMA PINEDA SANTIAGO
*nacio en Juchitan, Oaxaca, el 30 de julio de 1974. Estudio comunicacion en la Universidad Autonoma del Estado de Mexico. Actualmente radica en el Distrito Federal y escribe poesia en zapoteco y español.
9 comentarios:
Gab
Qué lindo poema. Sabes? me recordó una novela bellísima, "La mujer habitada", de Gioconda Belli.
Un abrazo
y sucede a veces que el árbol se seca de raíz o de tanto regarle amor termina pudriendose...entonces te das cuenta que es mejor buscar cobijo en un techo, que aunque no sea hermoso y esté inerte...está más vivo que los árboles y mejor te protege...
Bravo Gab!
Besitos.
Hola Marichuy, no conozco la novela, pero la buscare.
Abrazo enorme.
Zayi, caray que te digo?, a veces no solo es el amor lo que tumba los arboles, a veces la necesidad de fuego tambien los incinera,
Besos
Me gustó mucho, nunca pensé en esa comparación, aunque muy apropiada =)
Saludos!
Clau, celebrando que te gusto.
Feliz fin de semana
qué preciosidad... da gusto venir a tu espacio. besotes
Hola querido GAB,cada vez mas impresionada del zapoteco ,por supuesto el texto maravilloso,con esa profunda sabiaduria heredada,como te digo en zapoteco,te envio un abrazo????
Sabes America? el zapoteco es una lengua que no me toco aprender, en cambio me fue dado el mixe, que es la lengua que se habla en donde naci que es la parte sur del estado, el zapoteco sin embargo me ha tocado escucharlo y es una lengua muy dulce, una de las palabras que aprendi primero, (desconozco la mayoria) es la de alma: xquenda, que se pronuncia ishquenda. hay una cancion basada en esta palabra, procurare buscarla para enviartela, ok?
Abrazo entrañable
Que maravilla!
Quien no es capaz de enamorarse de un árbol?
Tengo un gran tilo delante de mi puerta y nos amamos profundamente..yo lo cuido y el me da mucho mas que muchas personas.
Un abrazo
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