viernes, 3 de noviembre de 2023

02.11.2023


 

En el altar confluyen los ríos de tu nombre,
el pulso de un árbol que aún respira.
Madre abuela, madre con manos de barro y de maíz,
en tu ofrenda lo conocido, el pan de todos los días.
Hermana y padre, constelación de pinos y nixtamal,
el amor que fue tejiendo el año envuelto en hoja de milpa.
El café con su tenue niebla subiendo a tu regazo.
En la muerte somos hermanos y compañeros,
la experiencia del latido de onix que deja de sonar
y en su eco ardemos en la memoria de la vela
que se agita y hace figuras de memorabilia.
Abuela en su mirada quieta. Madre en su amor
riguroso, en la tenacidad de sus actos.
El altar es el hilo del cometa que se alza
para unir lo etéreo, el aire de tus campos
el calor de tu fogón, la suavidad de las tortillas
surgidas de tu mano. Los libros, y la pieza
donde leía el mundo de tu mano. El caminar
en los senderos donde surcaban tus relatos, padre.
La noche recupera los momentos y los hace brillar
esas monedas con las que surcaran a la madrugada
el regreso al nimbo de la madrugada, ¿Quienes son
lo que respiran en el albor de la madrugada?,
¿Los vivos o los muertos? El altar sigue inmóvil
y el tiempo ya no es el mismo. Mariposas nocturnas
parpadean de un lado a otro. El eco donde suena
el río inmenso. Hermana regresando con golosinas
en el veliz de viaje. El túnel fluye lentamente
y nos lleva a ese día que fuimos a visitar a la abuela
y la niebla nos confundió el camino. Por un momento
entramos en ese tiempo inmaterial e inasible
que igual va al presente que al futuro o al pasado.
El altar guarda su templo, por donde esta noche ascender
o descender va como un canto, que empieza como oración
y continua en el eco de un tambor o en la claridad
de unas sonajas, que inmutables van sonando, trepidantes
árboles somos de esta constelación que esta noche
irriga sus memorias, se dibuja en genealogía de sombras
y que iridisan en esta noche en un relámpago de memorias.


Xabo M.

26.04.2024

  Lento, lento, beso tu cuello.  Arribo a ti; al eco de tu voz. Al nido en que tu voz: -tan tú-, se cuela en los párpados de la luna. Xabo M...