El amor que nutrió tanta vida
Vuelta aire hecha alas hecha cielo
Es una piel de la que nos desprendemos
Y permanece hecha atmosféra
Hecha neblina hecha noche
Un altar es una entrada al Mictlán
A esa reencarnación que bebemos
En esa noche vuelta mezcal
Vuelta humo vuelta cempasúchil
Amaranto de un amor que nos dejó
La ceniza y el incienso
Que cada noviembre
Encendemos.