martes, 15 de octubre de 2019

Tu espalda




Tu espalda


Tu espalda,
las lunas en mi mano.
Ingrávida,
una nube sale de mi mano.
Te rodea y sube a otro sueño.
Blanquísima
te desnudas,
Tu corazón como un estanque
donde los lirios se acarician.
Tu cuerpo se llena de noche,
al sur las estrellas subsumidas,
ácida; mudas de piel.
Dejando en ese olor
un dios que te despierta
y te lleva a otro sueño,
otra nube.

Xm


viernes, 4 de octubre de 2019

Recordando a Miguel León Portilla












MIGUEL LEÓN PORTILLA
(22/02/1926  -  01/10/2019)


A manera de homenaje y para recordar al gran historiador acaecido en estos días dejo un relato muy de viernes llamado la historia del Tohuenyo.

 TRAD DEL NAHUATL- MIGUEL LEON  PORTILLA. DEP.


SI QUIERES OIR EL RELATO DA CLLICK AQUI



La historia del Tohuenyo

Y, he aquí otra cosa que llevó a cabo Titlacahuan, hizo algo que resultó un portento: se transformó, tomó rostro y figura de un Tohuenyo.  Andando no más desnudo, colgándole la cosa,  se puso a vender chile,  fué a instalarse en el mercado, delante del palacio. 
 Ahora bien, a la hija de Huémac,  que estaba muy buena, muchos de los toltecas  la deseaban y la buscaban,  tenían la intención de hacerla su mujer. Pero a ninguno hacía concesión Huémac,  a ninguno le daba su hija. Pues aquella hija de Huémac  miró hacia el mercado,  y fue viendo al Tohuenyo: está con la cosa colgando. Tan pronto como lo vió, inmediatamente se metió al palacio. 
Por esto enfermó entonces la hija de Huémac, se puso en tensión, entró en grande calentura, como sintiéndose pobre del pájaro -miembro viril- del Tohuenyo. y Huémac lo supo luego: ya está enferma su hija. Dijo entonces a las mujeres que la cuidaban: -"¿ Qué hizo, qué hace? ¿Cómo comenzó a entrar en calentura mi hija?" y las mujeres que la cuidaban respondieron: -"Es el Tohuenyo, que está vendiendo chile: le ha metido el fuego, le ha metido el ansia, con eso es que comenzó, con eso es que quedó enferma." y Huémac, el Señor, en vista de esto dio órdenes y dijo: "Toltecas, búsquese el que vende chile, aparecerá el Tohuenyo".  y luego fué buscado por todas partes. y como no aparecía nadie, por esto el heraldo empezó a pregonar desde el Cerro del Pregón.
Dijo: -"Toltecas, ¿acaso en alguna parte habéis visto al vendedor de chile, al Tohuenyo? Traedlo acá. El Señor lo busca". Enseguida se hacen pesquisas, en ninguna parte anda,  revuelven toda Tula y aunque hicieron todo esfuerzo
no lo vieron por ninguna parte. Entonces vinieron a comunicar al Seño que en ninguna parte habían visto al T. Pero después por sí mismo apareciose ~ no más se vino a instalar, donde había aparecido por primera vez y cuando lo vieron los toltecas, corrieron a informar a Huémac, le dijeron: -"Ya apareció el Tohuenyo".  A lo cual dijo Huémac:
"Venga acá a toda prisa". Apresurados fueron los toltecas a traer lo hicieron venir ante el Señor. Y cuando lo trajeron ante él, inmediatamente Huémac lo interrogó:•  -"¿ Dónde es tu casa?"  El otro respondió:  -"Yo soy un Tohuenyo,  ando vendiendo chilito".  y el Señor Huémac le dijo: "¿Pues qué vida es la tuya, Tohuen Ponte el maxtle, tápate." A lo cual respondió el Tohpenyo: -"Pues nosotros así somos". Dijo luego el Señor:  -"Tú le has despertado el ansia a mi hija  tú la curarás."   Respondió el Tohuenyo: -"Extranjero, señor mío, eso no podrá ser.  Mátame, acaba conmigo, ¡muera yo!  . Qué es lo que me dices?  Si no soy más que un pobre vendedor de chile.  Entonces el Señor le dijo:  -"Pues no, tú la curarás,  no tengas miedo, y enseguida le cortaron el pelo,   lo bañaron y después de esto,  lo ungieron, le pusieron un maxtle, le ataron la manta  cuando lo dejaron así arreglado, le dijo el Señor:  -"Mira a mi hija,  allá está guardada". y ouando el Tohuenyo entró a verla, luego cohabitó con ella, y con esto al momento sanó la mujer.
En seguida, se convirtió el Tohuenyo en el yerno del señor y luego por esto hubo burlas acerca de Huémac, los toltecas se mofaban, bromeaban acerca de él, decían: -"i Conque el señor ha hecho su yerno a un Tohuenyo. Entonces Huémac convocó a los tolteca les dijo: -"He oído que se dicen chistes acerca de mí, que soy objeto de risa, por haber hecho mi yerno a un Tohuenyo. Pues idIo a dejar con engaño en Zacatepec, en Coatepec".

Enseguida anunciaron la guerra los toltecas, todos a una se pusieron en movimiento. Luego se van para dejar abandonado al yerno. E idos ya al lugar de la guerra, colocaron aparte al Tohuenyo con todos los enanos y tullidos. y puestos todos éstos aparte, se fueron los toltecas para hacer cautivos entre sus enemigos los de Coatepec.  El Tohuenyo dijo entonces a todos los enanos y tullidos: -"No tengáis miedo, aquí acabaremos con ellos, aquí en nuestras manos perecerán". y así las cosas, hicieron huir sus enemigos a los toltecas.












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Habitar la locura es romper el tiempo.
Colocar nueces a la siembra,
en el invernadero de las rosas.
Silabear tu miel ya caótica e invisible
en el panal de tu ombligo.
Ahumar abejas como quien baila
en un campo de abril.
Llenar  de saliva tu memoria
y en tu vientre,
espinas invisibles,
la lumbre que empalma
seduce y aletarga.
Sombras, piel y labios
que ya  no gritan
Estallan.

Xm


16.04.2024

     Quiero un beso tuyo, que sea hijo de tus suspiros. Del mar ignoto que hay en la calma ferviente de tus ojos. Quiero un beso tuyo que am...