Cuéntame por favor, padre:
¿Cómo es que se desangran los gladiolos?
Como aunque mueran; perdura su perfume.
Igual que los recuerdos cuando moriste, padre.
¿Cómo siguen viviendo de otra vida?,
naciendo de otra muerte.
Como tomabas el periódico y tus lentes,
mientras en el patio mis rodillas,
gastaban la mezclilla del pantalón.
¿Dónde estaban entonces
escondidos los pájaros negros?.
Esos pájaros que un día volaron sobre ti,
llevándote al corazón escondido de la lluvia.
Xabo Martínez