Sin claudicar me cierro al silencio,
a la palabra apagada como promesa vacía
dejo que el sol pase por el corredor
salgo a caminar en árboles que presienten el otoño
la melancolia en el hombro como un pájaro
que añora la nube adecuada, el destino de la mirada
y unos labios que instalen el nombre, los nombres en los que te busqué
¿De verdad eras tú? las veces, los días que te ame
caminamos al encuentro de lo desnudo, la soledad
la pasión y el deseo, sombrío anden iluminado
tu albura, los soles que encendimos antes de apagarnos
la estrella que asoma es el estío, el otoño que vuelve
a cabalgar en la noche,. por tu mirada,
por el suave aleteo de tu risa.
Xm