Buscar tu voz, esa tu voz que no temía decir. Entonces nos contábamos todo. Nos metíamos a esa esfera azul donde se valía ser adánicos y eternos. Tiempo reinventado. Guerrero que al desenfundar la espada vierte flores muertas: el sátrapa de la lluvia. Tú: la mariposa colgada en el tejado, que vuela alrededor de la soga del ahorcado, que abre sus cuencas al pico del cuervo. Que envuelve en tarros de miel, las hojas secas, el escarabajo que busca la salida al túnel. Observar desde la ventana el mundo que ya no es mundo. Que es otra cosa, que es otra orilla: el sueño blanco de las raíces.
Xabo Martinez
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