Y la vida,
Es entonces;
Esta espera.
Este sino.
Junto a la ventana
-cardúmenes de nubes-
sobre ese azul
y de por medio:
las calles, las palomas.
Y no he de decir más,
que un campo de ciruelas
caídas en el estero,
por el peso de los adioses.
Vagones llenos de despedidas,
que se esperan a germinar:
vino, raíces, sangre.
Xabo Martinez
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