viernes, 12 de abril de 2019

Ciego de caminar por tu sombra,
 de anudarme en tu cintura
 ciego de perseguir el sol
que anida en tus pezones
ciego de andar y no andar,
 de morder el hueso del sueño
 ciego de besar este mar blanco
en las sabanas de tu ternura
ciego de querer y de desear este hundir,
este caer en ti hacia el centro de tu rebelión
esa fisura que desperdiga sal
y lavar nuestro destierro en el rastro de las hormigas
sellar mutuamente nuestros abismos
hasta nacer de nuevo
en otra noche
en otra aurora.


 Xm

1 comentario:

Rembrandt dijo...

Hermosos poema!!!!Sensualidad y ternura a la vez, no es fácil de aunar pero lo has hecho de manera magnifica, me ha gustado mucho querido amigo, un verdadero disfrute.

Besos a ti en esta preciosa noche otoñal.

REM

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