sábado, 29 de junio de 2013

Irma Pineda






DXIIBI

Ruchibi ca dxi ca naa
zandaca gubidxa gucaaguí guendabiaani'
ne guxiá guendaredasilú
Ridxibe' binni nuu cherica'
cani rului' nanaxi ruaaca
ne rutaabica' ludxica' naduxhu'
Ridxibe' chu' ladxilu' xtiidxacabe
ne guchou'

gacalu' stobi

MIEDO

Me asustan los días
puede ser que el sol incendie la memoria
y borre los recuerdos
Me dan miedo aquellos que están Allá
los que enseñan miel en su boca
y clavan su filosa lengua
Tengo miedo de que sus palabras entren
en tu corazón
y te vuelvan otro


Irma Pineda


Pic: © Remus Tiplea
*Irma Pineda Santigo nació en Juchitán, México, en 1974, se licenció en Comunicación y actualmente vive en el Distrito Federal. Sus poemas, en zapoteco y castellano, son conocidos por los lectores de Hojas de utopía, Generación, y Tierra adentro Ojarasca.


viernes, 14 de junio de 2013

Blues



Tu nombre como una canción, una melodía que puede viajar junto al anden. Llevarte cerca de mi. 

Amontonarlo a deshoras como hojas secas. Incinerarlas y ver lo luminosas que pueden ser tus vocales.

A la hora del café, manchar los papeles de tinta y parpadear en tu lejanía la vida.

Llover contigo, llover de ti, de principio a fin: la noche humedecida y tu boca llena de estrellas.

Y tus manos, lo que podría decir de tus manos. Los pájaros que se han ido a otro continente.

La pinta azul de la noche. Saborear el vino. Un violín que suena a un paisaje de tus ojos.

Despertamos sobresaltados la puerta es una lágrima, una sombra que huye con forma de corazón.

El polvo que cubre los libros. El jardín donde crece mi memoria como una babel, donde nadie sabe nombrarte.

Tus pasos con olor a rutina. Tus huellas se llevaron la vida. Un sol naranja que amenaza con difuminarse en rosa pálido.

La piel del adiós. El ente de tu olvido. El muro. Salgamos afuera,

Respiremos ese aire que despeja los pulmones y miremos el geranio que amanece.

gm.


----------------------------------------- Jacqueline*  Andreas Vanpoucke

viernes, 31 de mayo de 2013

Esquina



Mi beso estará aguardándote en una esquina,
como el que espera ver abrirse las primeras nubes.
Un árbol tendera sus ramas al viento
y mi deseo yacerá,
hasta que tu sombra madure en la luz.
Me sentare a la mesa,
con el pan, el vino y la cebolla,
en un hogar que fermentara
las costumbres del barniz
como en un cuadro de Vermeer.

Te amare junto a la dulzura de los higos.
Atesorare ambos: el higo y tú,
como los mejores frutos del tiempo.


G. M.


viernes, 28 de diciembre de 2012

Diciembre *Dos poemas de fin de año



Veo en este año que esta por iniciar y de este diciembre que se va, una buena oportunidad para desearles a todos un excelente fin de año en compañía de los suyos (aunque en algunos casos decir suyos sea decir metal, piedra o silencio). Un abrazo muy fuerte a todos!!





I
Ni el pormenor simbólico de reemplazar un tres por un dos
 ni esa metáfora baldía que convoca un lapso que muere
 y otro que surge ni el cumplimiento de un proceso astronómico
 aturden y socavan la altiplanicie de esta noche
 y nos obligan a esperarlas doce irreparables campanadas.
 La causa verdadera es la sospecha general
y borrosa del enigma del Tiempo;
 es el asombro ante el milagro de que a despecho de infinitos azares,
de que a despecho de que somos las gotas del río de Heráclito,
perdure algo en nosotros: inmóvil.

 J. L. B.

II
Carta de fin de año

Dicen que repetita iuvant que el primer beso es insípido,
pero que es el segundo el que cuenta;
 que el bis de un minuto radiante
 tiene el sabor a miel que se nos escapó aquella noche...
 Pero el año que regresa con su ronco olifante
 a soplar en nuestros oídos la enésima Roncesvalles,
 y acrece los ríos, y empobrece los árboles;
 el año que en el espejo entrega a una navaja desganada
la barba cada vez más blanca;
 el año que crece sobre sí con gula numérica,
 desgranando sobre el calendario el reincidente
blues del Nunca más
 ¿quién osaría decir que merece la fiesta de Bienvenida?
 ¿quién podría jurar que no es peor que los otros?
 El mal se multiplica y repetita non iuvant.
 Sin embargo... Sin embargo,
en la rifa arcana de lo Posible, entre los dados y el azar,
la partida está abierta: flores insólitas hinchan el regazo de un huerto,
 lunas nunca vistas inundarán el cielo,
 en un jardín dos jóvenes intercambiarán teléfonos y nombres,
 asombrados de llamarse Adán y Eva;
 bajo los balcones vendrá un ciego
que vende almanaques a persuadirnos de vivir...
 Creámosle por última vez.

 Gesualdo Bufalino*


 (version: Ernesto Hernández Busto)

martes, 30 de octubre de 2012

POETA Y CHAMAN (Entrevista y dos poemas)



-----------------------------------Humberto Ak'abal en Dalt Vila, Ibiza-------


DOS POEMAS DE HUMBERTO A'KABAL

I

Quisiera dejarte mi corazón
así como está:
roto.

Con el sueño de que tal vez
la grieta pudiera servirte de
puerta.


 II


El sabor 

 Aprendí el sabor de la vida
 como cualquier indio pobre.
 Los demás sabores
 me vienen sobrando.

ENTREVISTA:



Reinhard Huamán Mori: ¿Quién es Humberto Ak’abal?

 Humberto Ak’abal: Nací en un pueblo que se llama Momostenango, allá en el occidente de Guatemala. Soy una persona de raíces totalmente mayas. Mis padres, mis abuelos, son personas indígenas de nuestra región y siempre lo digo con mucho orgullo, con mucha satisfacción, porque yo creo que cuando uno se reconoce con una identidad tiene un valor en cualquier parte. Eso es así, brevemente Humberto Ak’abal.

 RHM: Aquella pregunta venía a colación porque me gustaría que nos explicaras esta doble vertiente que encontramos en ti: la del invocador de la lluvia e imitador de pájaros y la del poeta con claras influencias occidentales, en especial de la poesía italiana del siglo pasado.

 HA: Desde que descubrí en mí esa vocación por la poesía, que entre otras cosas no es ajena a nuestra cultura, la cual ha apreciado mucho a sus poetas, una de las muestras más grandes de la cultura maya la hallamos en ese maravilloso libro que se llama Popol Wuj. Así que por este lado tengo esa inclinación natural, pero a la vez tengo una cultura universal y eso se debe a esa búsqueda de lo que han hecho otros poetas de otras culturas y países para enriquecer la mía. Me veo a mí mismo como una persona bilingüe, con influencias, pero también de confluencias: dos idiomas confluyen en mí y cada una con su propia riqueza. 


RHM: Entonces, ¿te decantas por alguna lengua al momento de escribir?

 HA: Eso depende de dónde me encuentre, porque creo que a estas alturas, mas o menos, tengo dominio de ambos idiomas. Sin embargo, escribo a veces estando lejos de mi pueblo, entonces, lo que me provoca, lo que veo, lo escribo en castellano. En tanto, cuando estoy en mi pueblo, inevitablemente escribo en mi lengua materna, la lengua maya k’iche, porque solo en ella puedo encontrar los elementos necesarios que requiero para transmitir lo que siento. No riñe uno con el otro, lo tengo dentro de mí y es un uso prácticamente natural.

 RHM: Esto me lleva a preguntarte si tienes alguna poética, o mejor dicho, ¿cómo concibes la poesía?

 HA: No es que uno se lo proponga, o por lo menos yo no me lo he propuesto, sino que eso se va conformando dentro de mí. En ningún momento me senté a pensar cuál debería ser la dirección de lo que escribo. Así que creo que luego de este largo ejercicio de escribir y escribir de pronto me he encontrado a mí mismo identificado totalmente con la naturaleza. De modo que si mi vida o mi poesía tienen alguna poética, yo diría que es eso, la naturaleza, con su propio lenguaje. Yo lo único que hago es poner mi voz a su servicio.

 RHM: Aparte de tu pueblo y de todo el significado que aquello implica para ti, ¿hay algún otro lugar o cultura con la que te sientas cercano, como poeta y como persona?

 HA: Si tuviera que encontrar un sitio con el cuál me identifico más, creo que es Japón, porque la cultura animista que ellos tienen, sus ceremonias y su espiritualidad guarda muchas cosas en común con la mía. En todo caso, hacia allá es donde encuentro más puntos de comunicación, aunque no hable su idioma. Eso es curioso.

 RHM: Te llaman el “Tejedor de palabras”, y al oírte recitar escuchamos tus cantos basados en sonidos onomatopéyicos, o incluso silbidos.

 HA: Eso es parte de mis propias raíces culturales. Yo te hablaba en un principio del Popol Wuj y allí mismo encuentras alguna muestra de onomatopeyas. Esto es parte de mi lengua materna, es una particularidad propia, porque cuando se acaban las palabras interviene el sonido; ya que las palabras son para dar a entender algo, en tanto que el sonido es solo para sentirlo y en mis cantos es más directo. Este recurso que tomo de mi lengua tiene esos dos rostros: la parte hablada y la parte onomatopéyica, que yo llamo “onomatopoesía”, porque va más allá de las palabras, ya no es para la cabeza, sino para el corazón.




Nacido en Guatemala en 1952, Humberto Ak’abal, poeta maya de la etnia k’iche, es uno de los más importantes representantes y difusores de su cultura en el mundo. Ha publicado alrededor de 35 libros de poesía, entre los que destacan Ajyuq‘ El animalero (1990); Guardián de la caída de agua (1993); Hojas del árbol pajarero (1995); Lluvia de luna en la cipresalada; Ajkem Tzij / Tejedor de palabras (ambos de 1996); o Gaviota y sueño: Venezia es un barco de piedra (2000). En su poesía conviven dos mundos con visiones opuestas de la vida que se aunan en la voz de un poeta que se ve a sí mismo como instrumento de la naturaleza.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

"Mi blog es CO2 neutral"

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"Cada árbol es un respiro para el pulmón del mundo, la forma de tu aliento, tu voz. Las palabras."



Gab Martínez



miércoles, 15 de agosto de 2012

Saqué de mi cabeza tu nombre (Humberto Ak'abal- Gad) Vocal Doce, Trova S...



Saqué de mi cabeza tu nombre
y lo dejé perdido en el monte.

Lo recogió el aire
y agarró caminos
entre los barrancos.

Yo comencé a olvidar

De repente
chocó contra los peñascos
y regresó el rebote:

La lluvia se puso a cantar
y tu nombre me llegó llorando

Humberto Ak'abal


22 07 2025