No a toda tormenta antecede la lluvia.
A veces el viento silabea cenizas en el mundo de polvo adormecido.
Lleva la eternidad de los suspiros al borde del estremecimiento.
En ocasiones son piedras en la garganta y a veces fuego.
Las brasas consumidas, son ceniza para el otoño
en tus manos llenas de lluvia.
En tus besos he hallado estrellas
que han sosteniendo en vilo el girar de los astros
y luego encontrarte deslumbrante
en esos nidos de tiempo y silencio que son tus ojos.
Melancólico cielo, ruta de pájaros,
llévame a ese mar donde la sal se vuelve espuma
y tu presentáneo ser se hace vuelo en un instante.
Mis manos son cristales donde observo los peces y corales
que hacen delirar el asbesto de los náufragos.
Giras y mi materia gris, antaño luminosa
se evapora en el vuelo de pájaros y árboles
que son tiempo dormido encerrado y pan sobre la mesa.
Ese hogar al que vuelvo -delfín que vuelve al mar-,
unicornio que planta su sed de lluvia en tu jardín.
Xabo Martinez
1 comentario:
CHINGÓN TU POEMA
saludos, amigo..
yo también te leo..
sigamos dándole..
j. jeovanny elorza r.
(ruidocalavera.blogspot.com)
(https://www.youtube.com/radioculebra)
oaxaca, mx
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