A veces pienso en un color: un azul que va ufanándose de tarde y en la noche dialoga con el bermellón. Sube del mar cuando el agua esta tibia, va por la sal que escolla y se tiende entre los que pasean por el malecón a esa hora. Adquiere nuevas luces cuando contrasta con el ámbar imperante y se impregna de lo que ha sido tirado, quebrado o roto contra las rocas. Permanece dormido en la voz de la espuma: corcel que indaga la vida de las orillas y pregunta por ti. Amor que duerme al calor de la estrella y no oye. No sabe del azul que tiñe de nostalgia el mar por la tarde e impregna el cielo.
Xabo Martinez
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