sábado, 21 de septiembre de 2024

21.09.2024


 

 

 

¿Qué hará el poema sin ti? ¿A donde se soltaran los grillos? la premura, los estambres para que el gato se mueva plácido de su sombra. Sin el poema que lo habites la lengua franca no será mañana. Nos soltaremos el buenos días con guantes, el ¿Cómo estás? con la máscara consabida. Ocupamos el cuarto del poema para desnudarnos. Para sentir la tibieza de la piel en otra piel. Acariciarnos y deslumbrarnos desde esta orilla del presente. El poema sin ti llegara solo a la ventana, lamerá la espuma amarilla de la nostalgia y se perderá sin prisa por aquella calle. Hasta perderse entre las sombras.
 
 
Xabo Martinez

 

miércoles, 11 de septiembre de 2024

11.09.2024


 

 

Se amaban sus pensamientos y los apuntaban con prefijos de sal e idolatría. Se perdían y el silencio era el sueño de un estanque quieto. A ratos una calma, de esa que te da viendo el mar y con los dedos llenos de arena. Amaba ver en sus ojos la calma pero también la tormenta, ese rojo ocre que se agitaba para después ir desprendiendo el otoño, ese otoño que movía las hojas secas y que los llenaba de septiembre y lluvia, de ese verde que se iba depositando lentamente en ellos hasta saturarlos y ser ellos mismos la lluvia, el otoño y, ¿Por que no decirlo?. También pájaros.


Xabo Martinez


 

sábado, 24 de agosto de 2024

24-08-2024


 

 

 

En tus caderas soy el minotauro que se asoma a las estrellas, sabedor de que a este laberinto pertenezco  y ya no sueño con ese éter que me es ajeno. Este laberinto que me entrega sus secretos envueltos en labios, y esa mirada que se escapa y regresa para devolverme ese espejismo. Mi yo envuelto en niebla o en tu amor: esa tormenta que como un tigre, nos devora.


Xabo Martinez
 

 

 

 

 

 

 

 

 

jueves, 15 de agosto de 2024

15.08.2024

 



Ven. Aquí tienes mis manos, descubre tu cuerpo con las pieles de mi piel. Ven, que vengo de este exilio largo de arena, montaña y niebla. Veamos cuantos cielos pueden caber en este cielo de nosotros. Sí. Vienes de antes aunque no lo recuerdes. Por eso, este más allá de ahora no lo comprendo. Lo que entiendo perfectamente es la hondura de tus cabellos, el mar que impregna tus pestañas, el delfín azul nadando en tus abismos.

Xabo Martinez










viernes, 9 de agosto de 2024

09.08.2024

 


 

Una palabra encerrada en la gramática
y un rostro encerrado en sus pliegues.
Una cima para la soledad
y otra Soledad para tu nombre.
Pinos y tu memoria guardada entre la niebla,
entre tus manos que tejieron y destejieron la vida,
bordada en el patio anaranjado y verde.
Una olla de café para tus huesos,
un rebozo en tu cabeza
y un niño que escucha,
a un joven que escucha;
a un hombre mirando a la abuela
y sale a buscarla.

Xabo Martinez

miércoles, 24 de julio de 2024

24.07.2024


 

 

¿Cómo te vas, si no te vas?
si apareces por aquí con estrellas nuevas.
Señalas esa parte del horizonte                                                                         donde mis ojos no han mirado,
es así, sin tú saberlo, expandes mi mundo.
Ese tan limitado:
mi yo rutinario con esa manera de servir el café,
con el borde exacto en la servilleta.
Esa manera que tengo de acomodar,
las piezas de mi mundo
y llegas.
Quizá no te necesitaba,
pero sí te necesitaba.
Ahora me haces reír,
me dejas con el corazón en su lugar.
Cómo no agradecerte,
cómo no quererte.
Cómo no decirte te quiero,
con palomas en los labios,
con besos por doquier,
con abrazos tan intensos.
Sabiendo que entre nosotros puede pasar todo:
ciclones, tormentas, lluvia sola y tú.
Eres y no eres,
no estas, pero estas.

Xabo Martinez

 

 

lunes, 15 de julio de 2024

15.07.2023

 

 

 

 

 
 

 
 
 
En los barrios de por aquí, la soledad del hombre se vierte en un cubo de estrellas, una construcción de hambre y ascuas. En éstas bodegas urbanas camino diariamente. En realidad pretendo hablar de otra cosa, pero la tristeza de un perro muerto me conmueve. Lo llevó a enterrar entre la arena y ladrillos. El aguijón de la muerte poda su sufrimiento, calma sus vísceras. Hay sonidos perfectamente graves, secos.  Con una asimetría de indigencia lo sepulto en esta calle ausente de mármoles. Lo que pienso es un discurso desierto y secreto. La conocí hace días, se acercó a mi puerta y ya traía la boca con espuma y sangre, su discurso de dolor me llevó a mitigar su hambre, después hicimos una cortísima amistad de arrabal y telares, una memoria de cartón y latas oxidadas. Después no supe más que esta osamenta que amenazaba quedarse tendida en el baldío. Dispuesta infestarse de moscas y de olvido. Tal vez ahora que ya está guardada en su tumba -si así se le puede llamar a ese núcleo de arena-, con un breve responso de pájaros y cielo, pueda ya no ser esa península de muerte y duelo para descansar al fin, sin profanarse de estos rumbos donde lo macabro es cotidiano, transitorio; en la médula de esta ciudad de arena y sol inclemente.  Sin mucho sitio para dejar la negra nostalgia de un ladrido.

Xabo Martinez

21.09.2024

      ¿Qué hará el poema sin ti? ¿A donde se soltaran los grillos? la premura, los estambres para que el gato se mueva plácido de su sombra....