En este 2020 los meses son irreconocibles
uno de otro, uno al lado del otro, uno atrás del otro.
Apenas los índices del nacimiento o de la muerte los singularizan
en cada día pido tu amor, la mirada que haga el hallazgo
del relámpago, la luz de tu cuerpo en mis manos
los subterfugios de un omoplato que deviene ala, deseo
y hablo de ti en ti a tu oído, dejo aves, pájaros; delirio.
Me empalmo y mezo contigo los abriles a la sombra
Mi mano recorre la albura de tu vientre, la sinfonía invisible
De una lengua que se come sus palabras,
y sueña un lápiz de arena
Escribe tu nombre a la deriva de la sal y del goce
Arabesco de espuma, estrella de mar cuya ofrenda
Es este silencio extranjero. Sibila de espuma
Que musita el nosotros en una soledad de silabas
Pero de no de deseo ni de amor ni de tu nombre.
Soy y no soy este tiempo inmisericorde, este mar
que a gazapos alcanza a darte la mano
en medio de la tormenta.
Xm