Antes creí en la fuerza del poema.
En la altitud del poema, en el poema caracol.
Diciéndote algo, dicho hace mil años.
Ese mensaje fue un aletear de mariposas ante tus ojos,
y en tus oídos un alzar de libélulas quietas en la memoria.
Por un instante al ponerlas en mi lengua, estallaron y me cercó el silencio: lo indecible, la ira de las vocales contra si mismas. Argumento caníbal devorándose a si mismo.
Xabo Martinez
No hay comentarios:
Publicar un comentario