Maduramos a la tierra de la ausencia. En el sol anaranjado que oculta tus ojos de miel. El aletargado vuelo de tus pestañas, cuando la rosa es la rosa, y no un piano. No esa música sonando al compás de tu risa. Sin embargo el sólo saberte música, nube o llovizna, me hace quererte amar. Reinventar de nuevo el sueño de ser espejo, eco, beso. Labios meciendo la luna en otros labios, manos que inventan manos, caricia, albor de barro en otro cuerpo. Vuelo que cabe en un país llamado tú.
Xabo Martinez
1 comentario:
Regresar luego de un parentesis y volver a disfrutar de tus letras es un regalo precioso para esta noche otoñal.
Un enorme abrazo amigo mío desde mi Argentina no tan lejana, lo mejor para vos siempre.
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