Abel, Abelardo.
Hermano mio:
¿En que aguas estarán tus ondas?
Tus caireles de guerrero griego
Aquella tu sonrisa interminable
Magíster hades, ebrio cruel
¿Donde tus manos de artesano y músico?
Aquí tu carnal;
el pequeño que llevabas a pasear en moto.
El que te miraba con guitarra en mano
cuando señalabas de que iba la vida.
la vida con los años se hace pausa y pauta,
Excepto el amor que se desborda.
No nos hallara la neblina.
para una última cerveza.
De por medio el mar: la espuma.
El Leteo que nos borra la memoria,
no esta, sino aquella
la de la cifras y los días.
La otra; la del alma
sigue viva,
como tu sonrisa
contagiosa.
Interminable.
Infinita.
Xm
