viernes, 31 de mayo de 2013

Esquina



Mi beso estará aguardándote en una esquina,
como el que espera ver abrirse las primeras nubes.
Un árbol tendera sus ramas al viento
y mi deseo yacerá,
hasta que tu sombra madure en la luz.
Me sentare a la mesa,
con el pan, el vino y la cebolla,
en un hogar que fermentara
las costumbres del barniz
como en un cuadro de Vermeer.

Te amare junto a la dulzura de los higos.
Atesorare ambos: el higo y tú,
como los mejores frutos del tiempo.


G. M.


24.04.2024

            Por la mañana en tu andar, brota el ansia de infinito. Ante esa rapsodia de hojas secas, la ilustre red de sombras por donde se...